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El Empresario Profesional

Psci. Sergy Morales C.



La palabra empresario ha tenido varias definiciones, sobre todo en el ámbito hispanoparlante. Haciendo una revisión simple de diferentes autores podemos conseguir, por ejemplo:


El autor del Diccionario de Economía, Simón Andrade, lo define como: "aquella persona natural o jurídica que generalmente es titular de una unidad de producción o servicio y, como tal, este asume el riesgo principal de la misma, siendo la circunstancia que lo diferencia del ejecutivo".


Zoilo Pallares, Diego Romero y Manuel Herrera en su libro Hacer Empresa lo definen como "una persona, entidad o grupo de personas que independientemente o asociadas, por voluntad propia y motivaciones individuales (dichas motivaciones pueden ir desde la satisfacción de hacer las cosas por sí mismas, hasta alcanzar cierto tipo de poder o distinción social), decide asumir un riesgo en la realización de una actividad económica determinada y en la cual aspiran a tener éxito".


El libro de Introducción a los Negocios en un Mundo Cambiante de Ferrell, Hirt, Adriaenséns, Flores y Ramos especifica que "un empresario es una persona que arriesga su dinero, tiempo y esfuerzo para desarrollar un producto o forma de hacer algo innovador".


Etimológicamente la palabra empresario tiene los siguientes componentes léxicos: el prefijo em- (en, penetración), prehendere (atrapar), más el sufijo -ario (pertenencia).


Podríamos inferir, con el permiso del lector, que es el control auto determinado de una pertenencia, la cual es una empresa. Independiente del propósito que tenga su empresa, el empresario es quien penetra (comprende) una organización que ha establecido, atrapa y sujeta éste todo organizado (controla) y le da un sentido a su pertenencia en la medida que aumenta (expande) su contribución al objetivo del cual emergió su propósito.



Podríamos considerar, entonces, que un empresario es alguien con una profunda comprensión de funcionamiento de las empresas en la medida que es capaz de establecerlas y expandirlas con una alta posibilidad de éxito. Así como un profesional es alguien que ha estudiado, conoce y comprende las particularidades de su oficio al punto de poder garantizar resultados, un empresario “debería” ser alguien que ha estudiado, conoce y comprende las particularidades de las empresas hasta el grado de poder garantizar que empresa que establece, empresa que se expande.


Sin embargo, las evidencias reportadas por la oficina de administración de pequeñas empresas de los Estados Unidos SBA* (Small Business Administration) en 2018, muy desalentadoras por cierto, muestran que la mayoría de los empresarios cierran o venden sus empresas llegando a la inconcebible proporción de cada 10 empresas establecidas solo la mitad mantienen su funcionamiento luego de los primeros cinco años. Esto significa que durante esos años las empresas muy posiblemente presentaron problemas que no pudieron o supieron solucionar. Si quisiéramos ser muy cáusticos y consideramos que una empresa está ofreciendo soluciones a problemáticas y situaciones reales de sus clientes, el tomar esta proporción a la ligera luce demente, más allá de las lamentables consecuencias para los empresarios y sus empleados.


Si nos pusiéramos un tanto dramáticos y consideramos que según estadísticas del Banco Mundial las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) representan hasta 60% del empleo nacional y 40% del PIB en las economías emergente, alrededor del 80% de las nuevas oportunidades de empleo se crean en el sector de las PYMEs, lo que traduce la alta responsabilidad que tienen los empresarios sobre sus hombros y la importancia de su rol para el desenvolvimiento de la vida en el planeta.


Tomando en cuenta que las estadísticas del presente artículo provienen de los Estados Unidos, consideremos al empresario estadounidense. La traducción al inglés de empresario más usualmente utilizada es la palabra entrepreneur”. Etimológicamente deriva de las palabras latinas “entre”, asignándole el significado de: to swim out (nadar), and “prendes”, asignándole el significado de to grasp (captar), understand (comprender), or capture (capturar).


La palabra entrepreneur parece haber sido concebida con un sentido diferente al español. Fue el economista Jean-Baptiste que en el año 1800 combinó los dos términos y popularizó la palabra “entrepreneur”. Jugando con las palabras, si me lo permite el lector, se puede inferir el sentido de movimiento en una determinada dirección: nadar (to swim out) luego de captar (to grasp), comprender (understand) y controlar (capture) lo que se pretende llevar a cabo.


El empresario anglosajón parece concebir, basado en el término que utiliza, que su trabajo consiste en crear flujos de movimientos óptimos con un propósito específico, con metas que alcanzar y para ello necesita comprender y controlar su actividad.


Tanto el empresariado hispano como el anglosajón, sin importar el tamaño de su empresa, se basan en la comprensión y control de las organizaciones para establecer sus empresas. Entonces siendo una actividad tan especializada, de tanta importancia para la humanidad y el único tipo de organización capaz de desarrollar la economía: ¿Debería considerarse el ser empresario una profesión?. ¿Cuál sería realmente el propósito de los empresarios?. Si consideráramos que ser un empresario es una profesión, ¿Es su propósito principal, crear empresas o dirigirlas?. ¿Cómo contribuye más con la economía creando empresas o dirigiéndolas?


Un empresario es, a su vez, un inversionista, pero no necesariamente un inversionista es un empresario. Las empresas deben estar en manos de empresarios honestos que se han profesionalizado para crear empresas, crear empleos, mejorar la calidad de vida de sus clientes, servir como vehículo a la realización profesional de su personal, contribuir con el desarrollo del planeta y ser el ejemplo de la sociedad que necesitamos. Si eres un empresario eres temerario, ahora sé un profesional.



* https://www.sba.gov/sites/default/files/advocacy/Frequently-Asked-Questions-Small-Business-2018.pdf


Sergy Morales C. es graduado en psicología en la Universidad Rafael Urdaneta (Venezuela). Es Consultor Empresarial con más de 20 años ejerciendo cargos de dirección en diferentes empresas.

Se formó en consultoría organizacional en el Hubbard College y como Coach Organizacional en la International Association of Coaching. Igualmente se formó en Gerencia, Supervisión, Liderazgo, Mercadeo, Ventas y el uso de herramientas avanzadas de gerencia en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de La Universidad del Zulia. Posee amplia experiencia en el establecimiento, organización, intervención, así como recuperación de diferentes empresas en Venezuela y USA.

Sergy Morales es autor de la “Teoría Molecular de las Organizaciones”, Evaluación Molecular, Planificación Molecular y  Gerencia Molecular.


Artículo aprobado 24 de agostodel 2020 por:

Comité de publicaciones

Dpto. de Documentación

División de Investigación y Desarrollo




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